Es una noticia que ha acaparado todos los noticiarios en nuestro país, debido a la polémica que ha generado y sobre todo la polarización que se ha incrementado entre las diversas opiniones en torno a este bus.
Lo que más llama la atención es el nivel de intolerancia e ignorancia en torno a temas como es la educación sexual.
Primero, ¿por qué damos tribuna e importancia a un bus que no debería tener mayor influencia si una persona, ya tiene una opinión clara con respecto a la diversidad sexual y la identidad de género? Aquí es donde radica el principal problema, la gente no sabe qué es identidad de género y que implica vivir en una sociedad con diversidad sexual.
Pues bien, aquí les aclaramos un poco el panorama, si ingresamos a la web y buscamos identidad de género, lo primero que nos aparece es una definición simple y fácil de entender. Identidad de Género, «alude a la percepción subjetiva que un individuo tiene sobre sí mismo en cuanto a su propio género, que podría o no coincidir con sus características sexuales». Es decir, en palabras simples, es el hecho de identificarse como hombre o mujer. Por ejemplo, hace años atrás cuando se generalizaba sobre la humanidad, se hablaba de «los hombres», sin embargo, las mujeres alzaron la voz y dijeron, «NO, yo soy mujer, no soy hombre», por lo que desde ese momento se habla de «humanidad» que incluye a mujeres, hombres, niños y niñas.
El problema radica en que el último tiempo se han dado a conocer casos,-que por lo demás siempre se han existido-, en que hay personas que nacen con determinados genitales, pero no sienten que pertenecen a ese cuerpo. Ahí es cuando entra la diversidad sexual, ya que en el momento en que una persona no se considera hombre o mujer, si no que del sexo contrario, es que surge el término transgénero.
Eso es lo que hoy, el gobierno ha tomado como parte de su programa de educación, explicando a los niños que hoy vivimos en una sociedad diversa.
Segundo, cuando se dijo que vendría este #busdelalibertad a Chile con su slogan «con mis hijos no te metas», grupos de defensa de los derechos de los grupos LGTBI (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales) demostraron su molestia, ya que este bus, a su parecer, representa lo contrario a todo aquello por lo que ellos han estado luchando por años, debido a que es un reflejo de la intolerancia y el aumento de la ignorancia en torno a la educación de la diversidad sexual. Sin embargo, la reacción de hubo de un lado y otro, fue combatir violencia con violencia.
Entonces, un tercer punto sería, ¿Qué podemos hacer ante esta situación?, lo que yo veo, es que es necesario que eduquemos a las futuras generaciones en torno a lo que realmente ocurre en la sociedad que viven, pero claramente existen situaciones en que familias, que por convicciones religiosas o valóricas, no quieren que sus hijos sepan o hablen de esos temas, lo que es perfectamente válido, vivimos en un país libre, cada uno puede creer y pensar lo que estime conveniente. Por lo mismo, ¿por qué no podemos hacer lo que se hizo con el ramo de Religión en los colegios laicos?, que la niña o niño, simplemente se exima del ramo por solicitud de los padres y no participa de él. Listo!, sin odio y sin obligación.
Por lo demás es claro que con lo fácil que es encontrar información en internet, si al pequeño le saltan dudas relacionados a temas que sus padres no quieren hablar, lo encontrará igual.
Así que en opinión personal, este bus solo vino a enrostrarnos la ignoracia que existe en la mayoría de nuestra sociedad, en torno a temas, que finalmente a estas alturas, ya no deberían ser tema.
Por Patricia Escobar.