Diaz años fueron los que las empresas CMPC, encargadas de producir papel y cartón en Chile, se coludieron con el fin de subir los precios en sus productos y cobrar un valor homogéneo entre ellas, afectando los bolsillos de todos los chilenos, al no dejar que el mercado regulara los precios, de manera natural, como deberían ser las reglas del libre mercado.
Ante esta irregularidad el SERNAC y organizaciones de consumidores presentaron una demanda, la que culminó con un acuerdo entre estas organizaciones y la celulosa. Así fue como se llegó a un monto que debe ser repartido entre todos los chilenos mayores de 18 años.
El monto asciende a US$150 millones, lo que dividido entre 14 millones de adultos, serían al rededor de $7.000 por persona. Este acuerdo según la organización de consumidores sienta un precedente, ya que es la primera vez que se indemniza a los afectados de manera directa.