delegada presidencial de establece el cierre de los albergues para migrantes en la región a partir del 28 de febrero
La delegada presidencial de Tarapacá, Ivonne Donoso, ha hecho un anuncio impactante: los albergues para migrantes en la región cerrarán sus puertas el 28 de febrero. Esta medida afecta directamente a los albergues de Colchane y Lobito, abiertos en octubre de 2021 en respuesta a la crisis migratoria en la frontera con Bolivia.
Con el cierre de estos albergues, las autoridades buscan una solución más eficiente debido a la baja demanda de cupos y los compromisos adquiridos con las comunidades locales.
Para aquellos migrantes que decidan quedarse en Iquique, se les ofrecerá una nueva opción: se arrendarán habitaciones en residenciales del centro de la ciudad. La Municipalidad de Iquique, a través de su Oficina Municipal de Migrantes, coordinará el proceso de reubicación y brindará la orientación necesaria sobre el proceso de regularización migratoria. Además, diversas instituciones de la red pública y privada trabajarán en conjunto para ofrecer un apoyo integral a esta población.
Por otro lado, aquellos migrantes que deseen aventurarse a otras regiones o incluso a otros países, recibirán pasajes financiados por el gobierno. Esta medida tiene como objetivo facilitar la movilidad y evitar que los migrantes se queden deambulando sin rumbo fijo por las ciudades del norte del país. El delegado presidencial de Tarapacá, Daniel Quinteros, destacó que el cierre de los albergues estará acompañado de un mayor despliegue de efectivos militares en la frontera y la implementación de una muralla digital para fortalecer el control migratorio.
Sin embargo, no todos ven esta medida con buenos ojos.
Sin embargo, no todos ven esta medida con buenos ojos.
La directora nacional del Servicio Jesuita a Migrantes, Waleska Ureta, expresó su preocupación por la falta de un plan claro para las personas que seguirán llegando a la región. Según Ureta, es fundamental contar con una estrategia que garantice la dignidad y los derechos de los migrantes, especialmente de aquellos que ingresan al país de manera irregular. Por su parte, el diputado Renzo Trisotti destacó la necesidad de implementar acciones alternativas para evitar que los migrantes queden desamparados.
El cierre de los albergues ha provocado diversas reacciones en la comunidad local. Algunos habitantes de las caletas aledañas han manifestado su apoyo a la medida, argumentando que los albergues representaban un foco de inseguridad. No obstante, otros temen que el cierre pueda agravar la situación de los migrantes y aumentar la presión sobre los servicios sociales de la región. La discusión sobre el futuro de los migrantes sigue siendo un tema candente en Tarapacá.
En resumen, el inminente cierre de los albergues para migrantes en Tarapacá marca un punto de inflexión en la política migratoria regional. Mientras algunos migrantes serán reubicados en residenciales de Iquique, otros recibirán pasajes para buscar nuevas oportunidades en otros destinos.
La implementación de esta medida exigirá un esfuerzo coordinado entre autoridades e instituciones de apoyo para asegurar una transición ordenada y respetuosa de los derechos humanos.