- Tres lingotes de oro fueron rematados en $226 millones de pesos.
Más de $371 millones de pesos logró recaudar la última subasta realizada por el Servicio Nacional de Aduanas en Iquique, la cual consideró desde lingotes de oro hasta alfombras de yoga, ropa y calcetines.
El ministro de Hacienda (s), Francisco Moreno, calificó como muy positiva la actividad e informó que 158 lotes fueron adjudicados por un monto total de $371 millones 754 mil, mientras que 38 quedaron sin postor, 9 fueron rescatados y 1 eliminado. “La gran atracción eran los lingotes de oro que incautamos en Arica el 2014 y se logró duplicar su precio mínimo, dado que el que pesa 3 kilos 753 gramos tenía una postura mínima de $45.877.000 y fue adjudicado en $75 millones, a lo que se deben agregar los impuestos y su valor final es de $100 millones 500 mil en favor fiscal”.
Lo mismo sucedió con el lingote que tenía como valor mínimo $49.990.000 y lo remataron en $80 millones, mientras que el tercero partió en $45.912.000 y se adjudicó en $71 millones a lo que se debe agregar el IVA y otro impuesto. Las tres piezas las remataron representantes de Comercial Paz SPA, quienes viajaron desde Santiago exclusivamente a pujar por los lingotes de 24 kilates.
En las 4 subastas realizadas el año pasado Aduanas logró recaudar $1.168 millones, mientras que este año la cifra subió a $1.546 millones. “Los remates son la etapa final del trabajo de los equipos jurídicos y de fiscalización de Aduanas, quienes luego de detectar, incautar y denunciar, logran que las mercancías sean rematadas para generar ingresos en favor fiscal”, explicó la autoridad de Hacienda
El Director Regional de la Aduana de Iquique, Dennys Beltrand Santos, señaló que “fue una jornada muy positiva, dado que se pudo rematar mucha mercancía que estaba en nuestros almacenes de Arica, Iquique, Tocopilla y Antofagasta, la que ahora reingresará al mercado productivo generando un aporte inmediato al fisco y, a su vez, a los distintos sectores de la economía donde se ocuparán”. Entre los lotes se subastaron contenedores para almacenamiento de asfalto por valores que fueron desde los $2,5 millones a los $4,2 millones, cajas con palmetas de porcelana panameña en $494 mil, un bus Isuzu en $1 millón, una máquina de levante en $138 mil y 14 alfombras de yoga en $21 mil.
Uno de los más felices con la última subasta del año fue el iquiqueño Julio Monrroy, quien remató un auto Mazda RX8 en $580 mil. “Es la segunda vez que vengo a un remate y me voy muy contento. En la versión anterior no pude rematar y ahora me llevó un auto a muy buen precio, está impecable”.
Igual de contento estaba Pedro Ragido Utreras tras adjudicarse un Toyota Prada 1997 en $1,4 millones y una Hummer H26 año 2003 en $2,6 millones, “es primera vez que vengo y es para negocio, aunque cuando terminé el negocio debería estar más feliz”.
Uno que no quedó muy contento fue el comerciante Fernando Prieto, quien hace 20 años acude a estos remates, “y ahora no nos fue bien porque los productos que nos interesaban subieron mucho y quedaron fuera de nuestro alcance”.
En tanto, el comerciante Sergio Meleli valora las subasta porque “son una excelente medida” para recuperar dineros en favor fiscal, aunque en este caso considera que “subieron mucho del presupuesto que uno trae”.
Un caso especial fue el del vendedor de empanadas y bebidas Telmo Carillo, quien se instaló en las afueras de la subasta y se interesó por un lote que tenía seis televisores led y los remató. “Son atractivos estos remates porque vengo a vender empanadas y también aprovecho de rematar. Los televisores los usaré para regalo de Navidad. Mi familia es amplia”.
Gustavo Allende, comerciante de 75 años, aconsejó “ser matemático y sacar bien las cuentas para rematar y no entusiasmarse. Yo rematé 30 lotes y son convenientes. Antes se remataba por antigüedad y tenía el número 8. Ahora tengo el número 1 porque todos los otros se han muerto”.