Los «efectos especiales» eran los trucos que los cineastas debían presentarnos para contarnos historias fantásticas. Antes de la estandarización digital del cine, cada película debía desarrollar sus propios efectos para mostrarnos algo nunca antes visto. Y tenía que ser algo que ocurriera en cámara -en vivo- porque esa realidad palpable que se traspasa al espectador es irremplazable… Y por que no existían las computadoras ni los efectos digitales.
Con la llegada de los producción digital y su bajo costo en la actualidad, cualquier película puede recurrir a estos modernos «efectos especiales», incluso bodrios como The Room tiene escenas filmadas con fondos digitales, en palabras de su propio director, solo porque pueden. Los efectos dejaron de ser «especiales» cuando todos pudieron hacerlos ¿que gracia tiene ahora ver volar a Superman? ¿que gracia tiene ver una ciudad destruida por un ataque extraterrestres? ¿cuantas veces lo hemos visto?
Tom Cruise y Misión Imposible: Repercusión recuperan el espectáculo hollywoodense de antaño ofreciendo una clásica aventura de espías, ambientada en lugares exóticos, con hombres valientes y mujeres hermosas (y viceversa), villanos perversos, giros en la trama, escenas de acción y efectos únicos. Nunca antes vistos.
Especiales.
Nombro a Tom Cruise antes que a la película porque él es el motor detrás de todo esto. Él es el espectáculo de la misma forma en que Indiana Jones es la fuerza detrás de sus películas. Y no digo Harrison Ford porque en el caso de Tom Cruise, él e Ethan Hunt se mezclan y se pierden entre el uno y el otro. Tom Cruise nunca rompe el personaje que está interpretando pero la película no deja de recordarte que es Tom Cruise quien está en cámara arriesgando su vida en delirantes secuencias de riesgo para tu entretención.
En un océano donde todos los peces son iguales, Misión Imposible 6 destaca por su originalidad. Definitivamente uno puede decir que esto es algo que nunca se había visto, porque de verdad es algo que nunca se había hecho. El nivel de acrobacias y riesgos que alcanza esta película es impresionante no solo por lo que se ejecuta sino también por haber podido capturarlo en cámara de manera eficiente. Ir al cine a ver esta película equivale a ir a un concierto de alguna banda de rock. Es una experiencia que solo una banda de rock pueden brindarte.
Cuando hablo de originalidad, no me refiero a la historia. Aquí la historia es la excusa para que la acción ocurra. Y funciona perfecto. No queremos nada mas. Esta película no es sobre lo que se trata, si no como se trata. Es la clásica historia de espías donde los buenos deben encontrar a los malos y quitarles el plutonio antes que explote la bomba. Pero la trama es solo el patio de juegos donde el director Christopher McQuarrie y Tom Cruise despliegan todo el arsenal de locuras que estuvieron pensando desde el rodaje de la entrega anterior, la también admirada Rogue Nation, hasta el comienzo del rodaje. Cruise practicó y ensayó durante años las peripecias que su personaje realiza en pantalla y su esfuerzo no es en vano. La película exuda adrenalina y testosterona pero, por sobre todo, amor por el cine real.
Mientras veía a Tom Cruise correr por Londres, saltar desde un avión al vacío y pilotar salvajemente un helicóptero, no dejaba de pensar en lo ridícula que se veía la cara de Mark Rufallo pegada sobre la animación digital del Hulkbuster en Avengers: Infinity War y en como ni Hulk, ni Iroman, ni Thor, ni Batman ni Superman han hecho ni jamás harán lo que Tom Cruise hace en en esta película… Bueno, tal vez Superman.
Rodada en película de 35 mm, Misión Imposible: Repercusión es la vuelta al cine de acción clásico hollywoodense, cuando los vaqueros eran de verdad y se disparaban balas de verdad. Totalmente recomendada.
Sociopedro
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