No demoró mucho en llegar a la sala de conferencias Jenny Cavallo. La comediante lo hizo acompañada de su Gaviota de Plata, la que logró tras una trabajada rutina, la que se vio interrumpida sobre el final por una emergencia médica en las galerías de la Quinta Vergara.
La primera pregunta en responder tuvo relación con el uso de garabatos en su presentación. Lejos de sentir algún grado de culpa, Cavallo señaló que «en mi caso son los garabatos naturales, no uso tanto el recurso como cómico, sino que como una forma de expresarme, eran los precisos, eran de acuerdo al momento», dijo.
La artista reconoció cierto nerviosismo inicial, de hecho, fue el arranque de su rutina en donde se escucharon algunas pifias en la galería de la Quinta Vergara.
De todas formas valoró la experiencia en Viña. «Fue un premio», dijo.
Sobre su rutina, la que avanzó contando experiencias de pareja desde la mirada de mujer, y donde el hombre resultó ser el objetivo de sus historias, Cavallo recordó que durante años fueron los hombres los que estuvieron haciendo humor con las situaciones que le ocurrían a las mujeres. Agregó que, «En ningún caso quise atacar a los hombres, fue una observación de las conductas».Cavallo detalló que lo pasó bien sobre el escenario, en donde se vivieron «cosas insólitas», en alusión a lo ocurrido con la mujer que se desmayó en el ocaso de su presentación, y que provocó que los animadores salieran a explicar las repentinas pifias luego que Cavallo recibiera la Gaviota de Plata.
Sobre el entrenamiento entre hombres y mujeres que se generó a propósito de su relato, la comediante aseguró que «no lo había planificado, pero cuando pasó fue hermoso, estamos vivos, estamos reaccionando, estamos en un momento en que socialmente haya cambios, no queremos que se sigan haciendo las cosas así, está bien que el hombre se sienta incómodo», dijo.