Hasta la fecha 14 sondajes se han realizado en el yacimiento Delia II, con técnicas diamantino y polvo. A pesar de las condiciones del terreno, las excavaciones propias de la mina que debieron esquivar y la superficie limitada para ejecutar las faenas, los sondajes fueron catalogados como positivos, mientras a medida que aumentan, disminuyen los puntos para poder desarrollarlos.
El asesor del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), Felipe Matthews, ex presidente del Colegio de Geólogos de Chile y experto en sondajes, se encuentra frente a estas labores en la zona de la mina Delia II, perteneciente a la canadiense Mandalay Resources, después que los operarios Jorge Sánchez Martínez y Enrique Ojeda González quedaran atrapados en su interior el pasado mes de junio, al inundarse el yacimiento luego de la subsisdencia que afectó el fondo de la Laguna Verde.
En el marco de las faenas de sondaje, son dos las técnicas que se han empleado: diamantino y polvo. Con la primera, a través del sondaje CB03 (Cerro Bayo 03), lograron llegar al nivel 55, tras perforar 215 metros y donde se esperaba encontrar el refugio. Hasta el momento, fueron realizados doce de este tipo y dos de polvo, que totalizan 2.208 metros. Nueve han sido exitosos y es considerada por el experto como “una cifra espectacular en temas de desarrollo de sondaje”, considerando que estas maquinarias son utilizadas para la búsqueda de vetas de mineral y no para la prospección a áreas de espacio reducido.
Felipe Matthews, experto que está desde el tercer día ocurrido el accidente en Chile Chico, explicó que las acciones que se han desarrollado han presentado una serie de dificultades y que la mayoría de los sondajes son realizados en la zona norte del país: “esta es una de las pocas áreas en la zona sur donde efectivamente se hacen”. Además, enfatizó las condiciones del suelo que encontraron presentan un alto nivel de sedimento arcilloso, espeso, y reducido espacio para instalar las plataformas que requerían las maquinarias.
— ¿Cuál es la dimensión que tiene la superficie donde han trabajado con la sonda?
— Es más o menos del tamaño de una cancha de fútbol, esa es el área en el que nos movemos para ubicar cada una de las plataformas de sondaje. Debemos recordar que estamos muy cerca de la Laguna Verde y, por otro lado, tenemos todo el desarrollo de la rampa. Entonces, poder dirigirnos a un punto específico no es muy fácil, hay que batallar un poco con la planificación de manera que no nos caigamos a las labores interiores (túneles y pabellones propias del desarrollo de la mina) y los espacios que nos permitan alcanzar los ángulos requeridos.
— ¿Qué impacto va teniendo la realización de los sondajes? Crean más orificios.
— En general es la complicación propia de los espacios: van quedando menos puntos para poder desarrollarlos. Ya hay casing (revestimiento metálico, tubería, usado luego de la perforación) puestos, tuberías que quedan producto de labores anteriores que hay que pasar esa zona de sobrecarga, de 40-50 metros de potencia, que evidentemente nos provoca algún dramita. Pese a todo, hay que reconocer el trabajo que están haciendo los perforistas, tienen muy buena mano estos viejos y han logrado los objetivos propuestos.
— La información que van arrojando los sondajes.
— Cada uno de los sondajes ha tenido un objetivo particular. Los primeros fueron dirigidos fundamentalmente a la zonas base de la mina, vale decir, al nivel 55, nivel 71, y eso ya nos mostraron algunos antecedentes que a medida que íbamos desarrollando la campaña, pretendíamos ir comprobando teorías. En el primer sondaje que hicimos con el sistema de polvo, con un diámetro de 14 pulgadas nos arrojó 15 metros de lodo en la vertical y eso, en alguna medida, comprobaba que teníamos lodo desde el nivel 55 hasta el nivel 71, sin embargo, igual fuimos con un par de sondajes diamantinos, por ejemplo, a la zona del refugio, donde comprobamos una situación similar. Claro está que no encontramos ese refugio. Seguramente producto de este verdadero aluvión vertical que ocurrió, sencillamente lo despedazó.
— ¿Cómo se proyectan las labores de sondaje, irán mermando?
— Bueno, efectivamente, hemos ido comprobando algunas cosas. Hoy día estamos a la espera de una información, de un trabajo que se hizo de magnetometría, donde luego del análisis pudieran aparecer algunos puntos anómalos, que podrían indicar la existencia de equipos con los cuales la gente estaba trabajando. Entonces, la idea de los próximos sondajes a desarrollar pudieran ser, eventualmente, en algunos de esos puntos que la magnetometría nos indique. Estamos a la espera de esa información.
— ¿El próximo sondaje depende de eso?
— Si tenemos esas anomalías magnéticas y son corroboradas por los expertos, se podría perforar hacia esas zonas en lo específico.
Según el geólogo especialista, Felipe Matthews, las exploraciones a través de maquinaria de sondaje, que sólo se extenderían de encontrar alguna anomalías que arroje la magnetometría, informó que durante el desarrollo de los trabajos se han empleado las tecnologías utilizadas para este tipo de labores, por ejemplo, giroscopios buscadores de norte, cámaras, entre otros. “Hemos contado con todo el respaldo, todo el apoyo”, finalizó el experto en sondaje.