En su homilía, hizo un llamado a que “en Semana Santa miremos más al Señor. El ramo es para que lo tengamos en un lugar importante de nuestros hogares, para que alabemos a Jesús”. Monseñor oró por la paz en Siria y también recordó a los damnificados por los incendios en el centro – sur del país.
Junto a las comunidades de las parroquias Doce Apóstoles y Nuestra Señora de la Paz de Alto Hospicio, el Obispo de Iquique, Guillermo Vera Soto, celebró Domingo de Ramos en el inicio de Semana Santa. Esta fecha recuerda el día de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén exactamente una semana antes de su resurrección.
Monseñor estuvo acompañado por los párrocos Iván Rocco, en Doce Apóstoles y Juan Pablo Lyon, en Nuestra Señora de la Paz. Fueron centenares de familias hospicianas que participaron en las procesiones con los olivos y luego se dieron cita en las liturgias presididas por el obispo diocesano.
En un ambiente de alegría, el Obispo Guillermo Vera, hizo un llamado a que en Semana Santa miremos más al Señor. “El ramo es para que lo tengamos en un lugar importante de nuestros hogares, para que alabemos a Cristo”, enfatizó.
Durante su homilía. Monseñor dijo que “vivimos en una región que se dice mayoritariamente católica, pues bien Semana Santa es el tiempo para aclamar a Cristo que nos ha demostrado su amor hasta el extremo y quisiéramos poder servirlo con toda nuestra vida”.
Enfatizó que “así como lo glorificamos con los ramos, los cristianos debemos glorificarlo con toda nuestras vidas, nuestro comportamiento, el sabernos relacionarnos con los demás, el saber escucharnos, cuidar la creación, nuestro entorno, el no saber pasar de largo el sufrimiento, el tender la mano al que está caído. Todas esas son formas de glorificar al Señor”.
El Obispo de Iquique oró para llevar un poco de esperanza al mundo y recordó también a los damnificados por los incendios del centro-sur de nuestro país, quienes perdieron también algunas iglesias y capillas.
Semana Santa se celebra en cada decanato de la Diócesis de Iquique. El pueblo creyente se volverá a reunir masivamente este miércoles a las 20 horas, cuando en la Iglesia Catedral se lleve a cabo la Misa Crismal, celebración diocesana en que se renuevan las promesas sacerdotales, bendicen los santos óleos y se consagra el Santo Crisma. El jueves a las 20 horas se celebrará a las 20:00 horas la Cena del Señor, en que el pueblo católico es parte del lavado de pies en el día de la institución de la eucaristía.