Esta semana uno de los casos más comentados por la prensa chilena, y por ende por toda la población, ha sido el caso de Nabila Rifo, quien si recordamos el año pasado, el 14 de mayo fue atacada brutalmente, dejándola gravemente herida y aún peor sin sus ojos.
Nabila, según su propio relato, ha tenido que aprender a vivir en la oscuridad.
El día jueves de esta pasada semana, Nabila se presentó al juicio que inculpa a su marido Mauricio Ortega de los brutales ataques producidos durante esa fría madrugada de mayo.
Nabila, ese jueves en la mañana volvió a recibir golpes, volvió a ser violada, fue violentada a vista y paciencia de todo el público presente y de toda la nación que seguía atentamente esta declaración. Ella fue valiente, ella decidió declarar con las cámaras apuntando su rostro, que mostraban las huellas de un ataque brutal.
La defensa de su marido, se encargo de apuntar a Nabila, de hablar de los tragos que consumió aquella noche, de los hombres con los que mantuvo relaciones tiempo antes, de cuestionar su trabajo de mesera, trataron que ella fuera enjuiciada públicamente por un ataque del que fue víctima. Entonces nos preguntamos, su pasado y su presente justifican al hombre para realizar este tipo de actos?
Es posible lograr que se realicen comentarios en redes sociales, en su mayoría de hombres, diciendo «ella se lo buscó»? Esa es la sociedad que estamos potenciando?, aquella que aún es capaz de decir, ella estaba provocando, ella andaba sola, ella había tomado, ella había estado coqueteando con hombres, por eso «ella lo merecía, ella se lo buscó»?
Hoy leí un artículo en facebook, donde una columnista, Carolina Rojas, hacía el siguiente ejercicio, imaginen a Nabila en el suelo, sangrando, su ropa desgarrada, tiritando de frío, sin sus ojos, sin su dignidad. Ahora imaginen que Nabila era rubia, de clase alta y una hija de empresario, habría recibido el mismo trato en el estrado?, habría sido enjuiciada de la misma manera?
Nabila, en un programa de televisión nacional dijo algo muy cierto, NO estamos solas!, cada día somos más y cada vez hacemos escuchar nuestra voz aún más fuerte!
#Niunamenos
Por Patricia Escobar E.